Parece que Zara conoce a la perfección lo que significa el concepto de «menos es más». Con el tiempo ha ido adaptando el estilo minimalista en todas sus tiendas con gran éxito, decoración básica, lineas puras, modernidad, pulcritud y mucho orden visual. Lo más nuevo, su última apertura del año pasado en la 5ª Avenida de Nueva York, minimal 100%. Ubicada en frente de Salvatore Ferragamo, si no nos dijeran de antemano que se trata de la marca líder del grupo Inditex, podríamos pensar que se trata de una tienda exclusiva más.
Este ha sido uno de sus secretos de éxito mundial. Conseguir que sus espacios parezcan a primera vista tiendas de lujo y luego vender a precio democrático. De esta manera han conseguido que hasta celebrities como Victoria Beckham que podrían, de hecho lo hacen, comprar su vestidor completo con firma de diseñador, sean habituales de Zara.
La imagen de sus tiendas es su mejor estrategia de marketing
El ejemplo de Zara nos demuestra que un artículo de nivel medio en un establecimiento con buena imagen puede posicionarse como un artículo de calidad mimetizándose con su entorno. Puede incluso resultar elitista, como es la visión del producto de Zara en China. Al mismo tiempo un muy buen producto mal presentado baja automáticamente de estatus. Esto está relacionado con el concepto de «Satisfacción Esperada». No existen productos caros o baratos sino satisfacción o insatisfacción de un producto. Un producto puede tener un alto precio pero el consumidor puede entender que la satisfacción esperada de él se adecua al importe que está pagando o el ya famoso «lo barato sale caro» que todos conocemos. Un producto puede ser muy económico pero si no alcanza la satisfacción deseada por el consumidor, al final resulta ser insatisfactorio y por consiguiente, caro.
Al igual que disfrutamos y entendemos que nos puedan cobrar más por un caffè latte en Starbucks que en el bar de la esquina, lo mismo podemos esperar de una tienda de moda que ofrece un valor añadido a sus productos y genera de diferentes maneras atracción hacia ellos.
Muchos comercios tradicionales se han pasado demasiado tiempo estos últimos años sin reinvertir en su propia imagen de tienda (mobiliario, perchas, iluminación, ideas creativas, marketing, etc) con lo que sus establecimientos se han quedado obsoletos. Cómo pretendemos vender jeans a 79 ó 59 eur en una tienda mediocre y antigua cuando existen tiendas con imagen de lujo y en constante cambio que los venden a 29 ó 19 eur?… y no nos estamos refiriendo necesariamente al grupo Inditex. Lo que tendría sentido es que nos hicieran pagar más por el jeans en la tienda con imagen y seguramente lo pagaríamos. Muy mal se tendría que dar la atención al cliente para no hacerlo.
La imagen de un comercio es clave para proyectar el concepto de satisfacción esperada. Proyecta la calidad de tus productos a través de la imagen de tu establecimiento. Si presentamos una imagen impecable de tienda, en constante cambio, como los tiempos que nos tocan vivir, y además, a esta increíble imagen, añadimos un trato personalizado y un buen servicio posventa podemos asegurar que el cliente saldrá satisfecho del negocio y no con la sensación de que lo podría haber encontrado mas barato en otra tienda (Satisfacción Esperada).